▷ Como limpiar la chimenea de leña 【2022】

Acurrucarse frente a un fuego es un aspecto completamente encantador del otoño y el invierno. Pero los incendios pueden ser un asunto complicado, y descuidar una chimenea lleva a manchas oscuras no sólo en la estufa de leña sino también alrededor del hogar y la chimenea.

Limpiar una chimenea

Estética aparte, la limpieza de la chimenea es una cuestión de seguridad: La Asociación Nacional de Protección contra Incendios recomienda que tanto la chimenea como el hogar se inspeccionen para comprobar su solidez y se limpien anualmente, ya que la acumulación de creosota (un subproducto aceitoso de la alquitrán de la madera que se encuentra en las paredes de la chimenea) puede hacer que los incendios se descontrolen. A continuación se explica cómo limpiar una chimenea y evitar los posibles riesgos de incendio durante toda la temporada.

MATERIALES Y HERRAMIENTAS PARA LIMPIAR UNA CHIMENEA DE LEÑA

Paños de caída o láminas de plástico
Rodilleras
Toalla
Guantes de goma
Ropa vieja
Máscara antipolvo o respirador
Cepillos de fregar con cerdas de nylon (2)
Fregador (opcional)
Escoba de mano y recogedor
Detergente líquido para vajilla
Rags
Vacío con la fijación de la boquilla…
Fosfato trisódico (TSP)
Lejía doméstica
Botellas de spray (2)
Bucket
Trapos desechables
Toallas de papel
Vinagre blanco

PASOS PARA LIMPIAR UNA CHIMENEA DE LEÑA

Espere al menos 12 horas después de su último incendio antes de intentar limpiar una chimenea para que se enfríe completamente. Despeje un espacio de trabajo y cubra el área alrededor de la chimenea y los muebles cercanos con paños de caída o láminas de plástico (no con periódicos, ya que la tinta puede transferirse a las alfombras o a la tapicería). No escatime en la protección, ya que esto promete ser un proyecto de hollín. Use ropa vieja, que seguramente se manchará, y guantes de goma. Ponte una máscara antipolvo para evitar inhalar polvo potencialmente cancerígeno. Si no tienes rodilleras, trabaja con una toalla doblada gruesa para evitar la presión dolorosa.

Retire todas las cenizas y el polvo de la chimenea, usando una pequeña pala o escoba de mano para recogerlo en un recogedor. Deshágase del desorden en una bolsa de papel pesada o en un cubo de basura. Barre el polvo y las cenizas de los andirones o la rejilla, y llévalos afuera para limpiarlos.

Para eliminar el hollín de la rejilla/andirón, aplique unas cucharaditas de detergente para vajilla a un cepillo de fregar humedecido en agua, humedezca la rejilla/andirón con agua, frote hasta que esté espumoso y enjuague bien. Secar la parrilla/plancha con un trapo limpio y dejarla a un lado hasta que se limpie la chimenea.

Usando un cepillo de cerdas secas o una escoba de mano, empiece en la parte superior de cada pared y barra hacia abajo para eliminar las cenizas y la creosota. Repita tantas veces como sea necesario. Barra las cenizas y los escombros y colóquelos en la bolsa de papel o en el contenedor de polvo. Para una buena medida, puede aspirar el área por cualquier resto de polvo.

APRENDA COMO LIMPIAR SU CHIMENEA DE LEÑA PASO A PASO

Mezcle 3 cucharadas de TSP (una combinación neutralizada de ácido fosfórico que utiliza hidróxidos de sodio), ½ taza de blanqueador y un cuarto de galón de agua caliente (no hirviendo) en un cubo. Llene una botella de spray con esta solución de limpieza y rocíe generosamente las paredes y los pisos de la chimenea. Déjela reposar durante cinco minutos, y luego vuelva a rociar para que se limpie.

Para fregar la chimenea, sumerja el cepillo de cerdas en la solución restante y frote las paredes, empezando por arriba y trabajando hacia abajo. Ocasionalmente rocíe con la solución de limpieza, tanto para enjuagar como para limpiar. Utilice los trapos viejos para limpiar después de fregar, y rocíe y repita el proceso de fregado si es necesario. Frota el suelo de la chimenea, empapando el agente limpiador extra con trapos.

Si su chimenea tiene puertas de vidrio, mezcle una solución de vinagre blanco y agua al 50% en una botella de spray fresca (necesitará aproximadamente una taza). Rocíe las puertas de vidrio y algunas toallas de papel dobladas con la solución de vinagre, luego rocíe algunas cenizas sobre la toalla para que actúe como un abrasivo ligero y natural. Frota suavemente las puertas, y repite el proceso con toallas de papel frescas.

Si tienes una chimenea de ladrillos en el frente o en el frente que tenga más de 50 años, aspira el área para recoger el hollín y el polvo. No la friegue, ya que eso podría causar que el ladrillo viejo se desmorone.

Para todos los demás revestimientos, mezcle ¼ taza de detergente líquido para vajilla y un galón de agua en un balde fresco. Ponga agua limpia y fresca en una botella de spray y rocíe la cara. Para la madera y el ladrillo, el rocío de agua evitará que el limpiador se absorba demasiado profundamente, demasiado rápido. Para mármol y azulejos, el rocío servirá como pre-remojo.

Sumerja su cepillo en el cubo de agua con detergente y frote ligeramente la superficie de la cara. Acepte que algunas manchas persistentes permanecerán; frotar demasiado puede hacer más daño que bien. Rocíe el frente de la cara con agua y séquelo con trapos o toallas de papel limpias y secas.

Reemplaza la rejilla. Limpie su cepillo y escoba con detergente líquido para vajilla y agua. Empezando por el perímetro, recoja su tela de goteo o lámina plástica en una bola y tírela.
Antes de arrojar las cenizas, considere la posibilidad de esparcirlas por su jardín: Las cenizas (no la creosota) son una gran fuente de calcio, potasio y otros nutrientes para las plantas a las que les gusta la tierra de baja acidez y alta PH. Y si tiene problemas con babosas, caracoles u otras plagas de cuerpo blando, ponga cenizas alrededor de las bases de las plantas como medida disuasoria. Almacene las cenizas en un recipiente seco y hermético y las tendrá a mano para reemplazarlas después de las lluvias, lo que eliminará la sal de ceniza que repele a los invasores.